Hoy estaba comiendo fideos en mi mesa, de forma repentina el fideo se empezó a mover y tomó la forma y el relieve de la virgen (el fideo estaba flotando!). Como tenía tanta hambre, le mordí la cabeza y se desarmó. Seguí comiendo y al mirar a mi derecha, ¡ estaba ella mirándome! entonces me dijo: - Por qué te niegas a hablar conmigo -. Noté que tenía el cuello cocido como una pelota de fútbol, por eso decidí preguntar - ¿por qué tienes cocido el cuello?-. Ella sin dar respuesta volvió a escupir mi cara de forma cruel; en ese momento comprendí que dios había hecho las costuras en el cuello de su madre con una hermosa máquina de cocer celestial - vale recordar que la vez anterior había cortado su cabeza con una cuerda de guitarra -.
La virgen estaba muy enojada por lo sucedido. Empezó a perseguirme por toda la casa; intenté camuflarme en la pared y me encontró igual, me tiró hacia la otra pared y empezó a saltar sobre mi cara como si la gravedad estuviese orientada hacia el horizonte. Obviamente convirtió mi cara en plastilina. Era una cavernícola la bruja, pero esto no queda así.
Voy a cobrar venganza.
sábado, 6 de junio de 2009
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A ver cogido el fideo, cuando estaba tomando forma y haberlo estampado contra la pared, es lo que se hace con la pasta.
ResponderEliminarNo, que en lugar de eso, dejaste que tomara forma y ya has visto lo que ha pasado. Es que te confias mucho y las virgenes es lo que tienen, mucha mala leche.
saludos desde el sur.